sábado, 4 de julio de 2020

LA FE DEBE SER PROBADA PARA QUE SEA VERDADERA

Mateo 7, 24:
»Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa; con todo, la casa no se derrumbó porque estaba cimentada sobre la roca.

Mateo 21, 42:
“La piedra que desecharon los constructores ha llegado a ser la piedra angular; esto es obra del Señor, y nos deja maravillados”

1 Pedro 1
a quienes el poder de Dios protege mediante la fe
Esto es para ustedes motivo de gran alegría, a pesar de que hasta ahora han tenido que sufrir diversas pruebas por un tiempo."
El oro, aunque perecedero, se acrisola al fuego. Así también la fe de ustedes, que vale mucho más que el oro, al ser acrisolada por las pruebas demostrará que es digna de aprobación, gloria y honor cuando Jesucristo se revele.


Sin prueba no hay verdadera fe. La fe necesita ser probada para que de verdad sea fe, antes de ser probada son solo palabras y deseos.

La prueba pone en evidencia lo que realmente creemos y cuan bien estamos cimentados. Dios observa como nos comportamos en el momento de la prueba, le enoja si reaccionamos con crítica, llanto y murmuración y le alegra sí reaccionamos con confianza, acción de gracias y alabanza.

La prueba también sirve para purificar la fe, de manera que todo lo emocional que estaba cubriendoola sea quitado  y nuestra dependencia de Dios sea más pura.

La fe permite la acción sobrenatural de Dios en nuestras vidas. Podemos descansar en Él porque El es siempre fiel.

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