Génesis 3, 9:
Pero Dios el Señor llamó al hombre y le dijo: —¿Dónde estás?
Dios creó primero al hombre y antes de crear a la mujer puso al hombre primero en su presencia y lo puso a trabajar en el Jardín. Luego le dio a la mujer como ayuda idónea, la saca de su costilla pues son la misma carne.
El hombre debe conocer primero la presencia de Dios y debe tener un proyecto de vida antes de casarse con una mujer. El hombre es el fundamento de la familia, no la mujer, El hombre es quien debe estructurar el hogar, es quien debe poner la espiritualidad, las normas, el hombre es el soporte y la mujer enriquece toda esta obra.
El problema de la sociedad está en el hombre, el hombre está fuera de la casa y no asume su rol de líder, de sacerdote, de padre. Están escapando del hogar abandonando a su mujer e hijos, está feminizado esperando que la mujer sea la que actúe, la que hable, la que lidere.
Cuando Adán y Eva pecaron, Dios le pidió cuentas al hombre primero, no a la mujer. El debía responder por su hogar.
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