JESÚS NOS ABRIÓ EL CAMINO A LA BENDICIÓN DESPOJANDO A LOS PRINCIPADOS Y POTESTADES

Colosenses 2,15

Y, una vez despojados los Principados y las Potestades, los exhibió públicamente, incorporándolos a su cortejo triunfal.

Deuteronomio 11

yo daré a vuestro país la lluvia a su tiempo, lluvia de otoño y lluvia de primavera, y tú podrás cosechar tu trigo, tu mosto y tu aceite;

yo daré a tu campo hierba para tu ganado, y comerás hasta hartarte

Yahveh desalojará delante de vosotros a todas esas naciones, y vosotros desalojaréis a naciones más numerosas y fuertes que vosotros.

Todo lugar que pise la planta de vuestro pie será vuestro

Nadie podrá resistiros; Yahveh vuestro Dios hará que se os tema y se os respete sobre la haz de toda la tierra que habéis de pisar, como él os ha dicho.

La voluntad de Dios fue liberar a su pueblo de la esclavitud de Egipto y llevarlos a la tierra prometida donde gozarían de un sinnúmero de bendiciones y privilegios con la condición de ser fieles a sus ordenanzas.

Ahora bien, esta entrada a la tierra que mañana leche y miel fue a través de confrontaciones y luchas.

Hace 2000 años satanas fue despojado definitivamente, Cristo tomó toda autoridad que había sido arrebatada por el enemigo en el jardín del Edén a nuestros primeros padres. Jesús nos unió a su victoria, se hizo uno con nosotros y nos hizo hijos y herederos de Dios Padre.

Ahora en Cristo hemos entrado a la tierra prometida, al reposo de Dios y esas son las mismas bendiciones de las que ahora podemos gozar.

Debemos creer en aquello que se nos fue conquistado en Jesús y en fe ir delante de Dios y tomar cada una de estas bendiciones para nosotros y nuestras familias. Debemos con autoridad espiritual ordenarle a satanas que salga de nuestras vidas, familias y territorios y sembrar las Palabras y promesas de Dios en cada área de nuestra vida.

Bendiciones