Juan 10, 7:
Yo soy la puerta; si uno entra por mí, estará a salvo; entrará y saldrá y encontrará pasto. El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia.
Jesús es el acceso al Reino de Dios, a nuestra salvación. A través de Jesús entramos en lo sobrenatural por la fe y tomamos nuestra herencia, luego salimos a nuestra vida en este mundo y hallaremos pastos para descansar.
Lo curioso es que los pastos no están dentro, sino afuera. Jesús promete que gozaremos de los pastos en este mundo y que tendremos una vida en abundancia.
Esta promesa no está limitada, es abundancia en todo sentido.
La bendición del Señor es plena.
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