Los profetas abren las puertas de los cielos, los profetas traen la bendición de Dios, los profetas traen la manifestación y la revelación del Reino de Dios.
Profetas caminarán por esta tierra preparando la venida del Señor. El manto profético está sobre la tierra y se abren las puertas del reino para que otros entren y alcancen la bendición.
Los profetas limpian la tierra de pestilencia, ellos traen la palabra que libera y traen también el juicio de Dios para las naciones.
El manto profético está sobre la ciudad, es la única manera en que será restaurada.
Se necesitan profetas para restaurar la ciudad, profetas para destruir las obras del enemigo, la ciudad será abandonada, saqueada y el manto profético la restaurará.
Salmos 121:1-8
*Alzo mis ojos hacia los montes: ¿De dónde me vendrá el socorro? Mi socorro viene de Yahvé que creó el cielo y la tierra.*
*¿Permitirá Él que resbale tu pie? ¿O se dormirá el que te guarda? No por cierto: no dormirá, ni siquiera dormitará, el Custodio de Israel.*
*Es Yahvé quien te custodia; Yahvé es tu umbráculo y se mantiene a tu derecha. De día no te dañará el sol, ni de noche la luna. Presérvete Yahvé de todo mal; Él guarde tu alma. Yahvé custodiará tu salida y tu llegada, ahora y para siempre.*