Lucas 1:46-53
Y dichosa la que creyó, porque tendrá cumplimiento lo que se le dijo de parte del Señor". Y María dijo: "Glorifica mi alma al Señor, y mi espíritu se goza en Dios mi Salvador, porque ha mirado la pequeñez de su esclava.
Y he aquí que desde ahora me felicitarán todas las generaciones; porque en mí obró grandezas el Poderoso.
Santo es su nombre, y su misericordia, para los que le temen va de generación en generación.
Desplegó el poder de su brazo; dispersó a los que se engrieron en los pensamientos de su corazón.
Bajó del trono a los poderosos, y levantó a los pequeños
llenó de bienes a los hambrientos, y a los ricos despidió vacíos.
El acto de creer nos hace humildes ante Dios, nos hace dependientes de Su Palabra, nos hace rendir nuestra razón y confiar en lo que El nos prometió, aún a pesar de las adversidades.
Este cántico de María es para cada creyente que también le ha creído a Dios. En el Dios promete que seremos tan bendecidos que los que nos rodean reconocerán sus grandezas en nuestras vidas. Seremos benditos en todo lo que emprendamos, nuestros hijos serán benditos por mil generaciones.
Por lo contrario, a los que se enaltecen Dios los humilla y ocurre una transferencia sobrenatural, los poderosos son bajados de sus tronos y los pequeños del Reino de Dios son enaltecidos, los ricos de la injusticia serán despojados y los hambrientos de Yahve serán llenados de bienes.
Las promesas y las Palabras de Dios son leyes establecidas y necesitan de hijos que crean y las tomen para sus vidas.
Te invito ahora a proclamar este cántico espiritual junto con María nuestra Madre.
Bendiciones